RONCESVALLES-ZUBIRI

Este domingo, se ha disputado una de las pruebas mas emblemáticas de las que se disputan en nuestra comunidad, la Roncesvalles -Zubiri que transita por el mismo trazado que realizan los peregrinos hacía Santiago de compostela. Es una prueba que llevaba años con ganas de participar, pero que por unas cosas u otras nunca había sido  posible. Esta vez, me surgió casi sin querer, ya que el mismo viernes por la mañana todavía no sabía si iba correr la prueba. Al final, mi amigo Pepe de Lodosa, uno de los trotamundos con mas carreras de la zona, me consiguió un dorsal, y la verdad es que la encaré con mucha ilusión. Salimos a las 7 de la mañana desde Lodosa, con otros dos compañeros mas, Carlos y Jose,  y en apenas una hora ya estabamos en Zubiri. Pensabamos que nos iba a costar mas, y por eso madrugamos, pero la verdad es que podíamos haber estado una horita mas en la cama…Para hacer tiempo, fuimos a tomar un café, y al salir de la cafetería nos encontramos con Olano, el exciclista y uno de los principales artífices para que este año la vuelta ciclista a España haya retomado su senda y sea un gran prueba. Nos hicimos la foto de rigor con el , y entre risas, nos apresuramos a tomar el autobús para Roncesvalles. Pepe es muy buena gente, un buen tipo, pero en esto de organización hay que tener un poco de paciencia con el. Sin darme cuenta estaba en el autobús con toda mi bolsa, ha riesgo de perder móvil y dinero y lo que es peor, sin dorsal. La vida da, que Carlos, de Mendavia, me dio un poco de tranquilidad y buena compañía,. Yo soy un poco maniatico con esto de las carreras, y me gusta llevar todo controlado, no por que sea muy organizado, sino para no tener mas cosas en la cabeza que la carrera. Pues allí estaba yo, apunto de irse el autobús con todos mis enseres hacía Zubiri, y yo sin dorsal , lo que me propiciaba unos retortijones de estomago terribles…….justo a la hora, llega Pepe con mi dorsal, bueno, con el dorsal que me correspondía, por que estaba a otro nombre, y entrego mi bolsa, repito, con todo, dinero, movil etc a unos desconocidos para que luego, en la meta me la devuelvan…y  yo , claro, sufriendo. Con todo esto en mi cabeza, veo a muchos conocidos, los mismos que en casi todas las carreras, el inefable Miguel Angel, con sus dolencias, a nuestro paisano Pedro Luri, a Julian de San Adrian…y también conocí al hermano del «churrillo» que por cierto, es idéntico a el y que también iba a participar en la prueba. Se me olvida decir, que era la primera prueba en la que estrenábamos la camiseta nueva..que gustó mucho y llamó la atención. Me dicen que tenga cuidado con la prueba, que es dura, sobre todo los ultimos kms y que en la salida, intente situarme  lo mas adelante posible, pues suele ser un poco caótica. Muchos me han hablado de que era una prueba durilla, y que había que correr con inteligencia…todavía un poco confuso por los nervios del dorsal, tomo la salida junto con otros casi 1000 corredores. La salida no es caótica, es un infierno, y prácticamente hasta el minuto 5 no empiezo a correr…se forman unos tapones terribles. Poco a poco cojo ritmo, pero noto que voy muy despacio. Intento ir mas deprisa y voy detrás de un conocido al que veo con ritmo rápido… al final no me convence y lo adelanto. Las sensaciones no son malas, y el camino, aunque es un poco angosto, no está muy mal. Adelantamos a muchos peregrinos, un poco molestos por perturbar su tranquilidad. Por momentos, es casi imposible adelantar  a mas corredores, pues forman grupetos que sellan el camino. A trancas y barrancas, voy adelantando mucha gente. Las vistas son bonitas, pero siempre digo que para eso están las postales…aqui estamos corriendo. Cada vez me voy encontrando mejor, las sensaciones empiezan a posicionarse del lado positivo, aunque mi GPS no es tan optimista y los vistazos cortos que le doy me indican ritmos lentos…pero bueno, es la primera parte de la carrera y luego viene lo duro. Sigo a lo mio, adelanto a Serafin Zubiri, el cantante ciego, mas famoso en otros tiempos, que participa siempre en esta prueba. Le animo, y el me devuelve el saludo a su manera, con un profundo y poco estetico herupto, seguido de unas amables disculpas….este tio si que tiene mérito pienso yo. Sigo esperando la dureza de la prueba que no llega, mientras adelanto a mas y mas corredores. De repente, veo a Pepe y a Jose, a los que ya pensaba que había dejado atrás hacía mucho tiempo, y me doy cuenta de que no estoy corriendo bien….acelero, tengo mucha fuerza, estoy muy fresco….sigo adelantando, mientras todos suben andando, yo subo corriendo, las bajadas son suaves y me vienen bien. Adelanto a Miguel casi sin que se de cuenta, pero en el momento que me ve, sale disparado detrás de mi. Los dos juntos avanzamos rápido, pero una de las subidas, Miguel me dice que no puede mas y yo sigo a mi paso, que ahora si me parece bueno y rápido. Sigo adelantando a corredores, a los que en otras pruebas los dejo detrás desde la salida,y eso me va amargando poco a poco…miro el reloj y calculo que voy a andar mas cerca de la hora 50 que de la hora 40 lo que me va socavando mas todavía. A tres kms de la meta la bajada ya no es tan bonita, y empieza a tornarse peligrosa y después de observar un par de casi esguinces en otros corredores, decido asegurar la llegada, ya que el tiempo no va a ser bueno de ninguna manera,….aun así, se me hace muy larga,,,Miguel, me ve a lo lejos y aprieta para cogerme, cosa que hace. A falta de menos de 1km termina por adelantarme. A estas alturas, ya comprendo que  a pesar de no ir nada cansado,  de ir fresco, la carrera que realizo no está siendo buena, y que de unos meses para atrás es como si hubiese perdido «mi ritmo de competición», por llamarlo de algún modo. LLego a la meta con un tiempo de 1 hora 48 minutos, y la sensación de haber realizado un entreno sin mas…y que la dureza de la Roncesvalles-Zubiri no había llegado jamás. Miguel acaba machacado y se va a los masajes, yo me voy deprimido a la ducha. Luego, hubo comida, pochas y ternera, que tuve el placer de compartir con Pello Ruiz Cabestany que muy amable departió anecdotas y su experiencia con nosotros. Después a casa, con la cabeza gacha, y la sensación de haber perdido una buena oportunidad, en una buena carrera, muy bien organizada….y que se echaba mucho de menos la presencia de los abejarunner, de los corredores de nuestro club, de mis amigos. Esta carrera se la quería dedica a un buen amigo, a Fernando Zariategui Labiano, que se enfrenta a la montaña mas dura de su vida, pero me da un poco de verguenza el hacerlo, por que el vale mucho mas que lo que yo he dado en esta carrera. MUCHO ANIMO, FERNANDO!!!

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