Otra gran jornada para el club. Mientras en Estella , la familia Vilchez ampliaba nuestra sala virtual de trofeos con un segundo(Miguel) y tercer (Adrian) puesto que nos sabe mejor que al primero y que seguro alegraban los ojos de su orgulloso padre, Miguel, el grueso del grupo se concentraba en la localidad riojana de Quel, en una mañana con un tiempo espectacular, y un recorrido exigente que rozaba los 11km. Todos tuvimos una buenisima actuación, pero nuestro magister particular, Carlos Vidondo, nos volvió a dar una lección de humildad, compañerismo y trabajo para el club. El mismo se fabricó un artilugio en el que lucia con orgullo dos carteles anunciativos de nuestra carrera del soto, para llevarlo durante toda la carrera. Un gesto sin parangón, que nos llenó de orgullo, pero sobre todo, nos ayuda para darnos cuenta de la verdadera dimensión de este hombre, que un día si y el otro también, no deja de sorprendernos. También nos gusto a  todos volver a Pepe, nuestro buen amigo Pepe Facilo Cidoncha, un bravo corredor de Lodosa, que pasó de la una actividad frenetica con hasta dos carreras cada fin de semana, a estar parado durante 10 meses por un mal golpe mientras participaba en los encierros de su pueblo. Un placer volverte a ver ,Pepe. Por lo demás, carrerón de Roberto, que confirma mis sospechas de que detrás de sus grandes entrenamientos, hay otro gran competidor, pero sobre todo, un corazón que pega de perlas con el alma del club. Tulio no tuvo su día, todavía sin recuperar de un fuerte catarro que le está amargando estas ultimas carreras, y no le dejan correr como el quiere, siempre a tope. Pero el que mas sorprendió fue Fosi, con una carrera esplendida, que confirma su buena forma y como cada día avanza hacia mejor corredor. Mejor persona no puede ser, porque ya lo es mucho, a no ser que se cambiara de equipo de fútbol, pero bueno, eso se lo perdonamos. Lo dicho, sorprendente Fosi, y gracias por estar siempre pendiente del club. Bravo!!!. pero lo mejor venía atrás, con Carlos Vidondo atrayendo miradas de propios y extraños, meritoriamente escoltado por nuestros  dos legionarios , Victor y Alberto, que lo aupaban como el gran Caesar, el emperador del Club. Cuando llegaron a la meta, todos nos abrazamos orgullosos, ya con las noticias de los é xitos de Miguel y Adrian, nuestros jóvenes campeones,  y todo el publico y participantes nos miraban pasmados, con sana envidia, y alguno dijo: «mirad, un equipo…»

quel_absoluta