Media maratón de Vitoria-Gasteiz 2013.
15 de diciembre del año 2013 corren las agujas del reloj, se mueve el segundero, el minutero hasta como no, suena el despertador, abro los ojos las 07:00 horas de la mañana, quien coj…..anda, si hoy es la media maratón de Vitoria-Gasteiz, nada mas ni nada menos que 21 mil metros. Con una sonrisa en la cara me levanto, acicalo y preparo un buen desayuno, bien abrigado me dispongo a salir hacia el punto de encuentro y nada mas abrir la puerta me encuentro con 0º de temperatura, bueno no esta mal no hace ni frío ni calor. En el camino hacia el punto de encuentro veo una sombra correr, pero si no hemos llegado aun a Vitoria, quien corre, estará entrando en calor, habrá robado algo, que pasa, dudo, miro, enfoco y veo otra sonrisa. –Hola Víctor, buenos días……preparado, tablas o a cara perro, el guarda silencio, que tramará, son muchos años de experiencia, es cauto. Vemos llegar una furgoneta blanca, será el panadero, asombroso, son los hermanos Gutenberg con una gran sonrisa parece que vamos de vacaciones. Mientras intentamos quitar el hielo del coche el Víctor con un buen vino aparece otro corriendo por el horizonte, pero aquí la gente esta loca, todos corriendo y aun no hemos llegado a Vitoria, quien será…….Buenos días Robert. Que campeón es este Robert, cena de empresa y de postre media maratón. Todos al coche, entre el olor de vino sobre el parabrisas y Robert con un puntillo, no el que araño Osasuna al Madrid sino un puntillo subidillo, en el primer control de alcohol que nos encontremos no lo pasamos.
7:30 de la mañana comenzamos nuestras mini-vacaciones con una temperatura de -4º. Pero ni la temperatura ni los controles de alcohol nos pararan hasta nuestro objetivo que es correr. Que viaje: de risas, de anécdotas, de pactos, tramas, estrategias, esto parece una guerra pero sin armas de fuego, nuestras armas son las zapatillas, running del bueno. Con una parada en Los arcos pero no a llenar el deposito ni correr en el circuito de velocidad, nuestro deposito es ilusión y nuestra velocidad disfrutar. Fernando necesita desayunar, que no tenía leche en casa, ni galletas. Víctor necesita tomarse su coffee, Robert quiere dormir, Carlos prepara alguna de las suyas, cuidado Carlos que hay una gasolinera cerca, jeje. Y Jesús solo piensa en como derrotar a su colega Víctor, lo ve muy motivado, no se le quita la sonrisa de la cara, lo ve muy seguro de lo que va a correr es una media y es un gran experto en medias maratones.
9:30 Llegamos a Vitoria y un «abuelete» se ofrece a guiarnos hasta la salida, coge su coche y ojito este sí que corre, no con zapatillas sino con su bólido que Víctor es incapaz de dar alcance…..Gracias “abuelete” muy amable. Parece que la mañana empieza a mejorar y la temperatura sube, el sol sale y con él nos empezamos a preparar el equipo, con coffee gratis de la organización vemos que en Vitoria juegan fuerte, un gran despliegue de ambulancias, publicidad y muchos corredores. Con el estadio de futbol de Mendizorroza de fondo. Comenzamos a calentar antes de las 10:45 horas. Hora de salida, se nos acerca un grupo de Segovia y nos preguntan por la publicidad de las camisetas. Si, somos de Azagra. Parece que les llama la atención la publicidad de Virto, son trabajadores del Grupo Virto en Segovia.
10:45 empieza la batalla, hay perdonad, batalla no. La carrera, que esto no es una guerra, es deporte, deporte del bueno. Robert aun estando de cena de empresa la noche anterior dice que se adelanta un poco que sus piernas le piden correr, lo perdemos de vista, esto es algo fuera de serie, correrá a un ritmo endiablado haciendo un tiempo de 1h 32’, es un gran bebedor, pero bebedor de kilómetros. Carlos y Fernando se lo van a tomar con más calma, a su ritmo pero sin parar, estos hermanos si que son la caña, pocas personas pueden contar con tantos kilómetros en sus piernas. Jesús se coloca en la línea entre muchos otros corredores pero solo ve un corredor a su lado, parece que el resto de corredores ha desaparecido, el tiempo se para durante unos segundos mientras las miradas se cruzan. El tiempo se ralentiza, el volar de los pájaros, la caída de una hoja, la respiración, se oye los latidos del corazón…… empieza la carrera. Jesús, Víctor, Carlos y Fernando salen en grupo pero pronto se separaran, es muy difícil permanecer juntos, hay muchos corredores, más de 4000 participantes. Los primeros kilómetros son complicados con frenadas y adelantamientos. Jesús se desmarca del grupo y aumenta su ritmo y alejándose de los tres mosqueteros. En solitario Jesús busca referencias en un grupo de corredores. Este chico coge experiencia en el mundo del running. Erróneamente piensa que se esta alejando de los mosqueteros, durante varios kilómetros Jesús mira hacia atrás y a través de los escaparates para ver al mosquetero padre pero ni rastro de él. Por arte de magia aparece a su lado con una sonrisa que no se le ha quitado desde el punto de la mañana. Víctor ha necesitado un Sprint de 4 kilómetros detrás de Jesús siendo este alcanzado en el Kilómetro 11. Jesús se sorprende, su escapada no ha surgido efecto, la primera estrategia no ha servido para nada. Víctor tiene mucha experiencia en el mundo del running. Mientras tanto Fernando y Carlos no parar, marcan un buen ritmo. Fernando eres un campeón.
Kilómetro 15 un dolor que acompaña a Jesús durante toda la carrera en la pierna izquierda se vuelve insoportable, y del dolor de la cadera ahora es la rodilla izquierda. Pero tengo la mejor medicina deportiva para la rodilla, llevo a mi colega Víctor a mi lado. La carrera es bonita por grandes avenidas pero llana, no es. Varias cuestas poco pronunciadas pero largas son lo que nos acompañan durante la carrera y gente, si, mucha gente animando durante todo la carrera. Después de varios kilómetros de “cháchara”, risas llega un momento clave. Veo como Víctor me ofrece su mano, pero no entiendo para que, me ofrece tablas. Ve un gran JSH, no se la juega. Él quiere tablas. Ve que esa no es su batalla. Yo valoro y acepto tablas, es un grande y empatar con un grande es un triunfo.
Km 18, me acelero pero Víctor me dice que baje el ritmo que queda mucho, pocos kilómetros pero psicolócimente mucho. Este tío es un grande de verdad, tiene mucha experiencia en el sector del aluminio, oh, perdonad del running.
Kilómetro 19 mi rodilla izquierda me molesta demasiado, voy a lesionarme si sigo con ese ritmo. Si falla la rodilla, fallare en la media maratón. Todo será en vano, no puedo fallar, confío en Víctor y gracias a sus consejos, su compañía y su sonrisa llegaremos a META con un tiempo de 1 hora 42’ los 21mil metros. Y me asusto al llegar y no porque vea a Víctor a mi lado, malestar al casi parar en seco, no puedo parar, algo no me gusta en mi, al bajar el ritmo tan rápido, tengo una sensación de malestar y sé que tengo que continuar caminando rápido sin parar, es muy peligroso bajar el ritmo de “golpe”.
Grande Víctor. Esta vez se queda en tablas, un empate. Técnicamente raspo un segundo en el marcador, es el “ganador” entre comillas.
Llegamos a un Polideportivo y allí si pararé, masajes para todos. Y vemos a Robert dándose masajes no a dos manos, ni a cuatro manos sino a 6 manos. Pero el no piensa en relajarse sino en correr, volver a correr. Este chico es increíble, es un gran corredor, pequeño pero grande, muy grande. Jesús y su padre (dícese “padre” porque una vez llegados a meta una chica nos pregunta si somos padre e hijo, jeje. Se te ve mayor Víctor y a mi Joven, que bien me conservo), van a la fila, quieren masajes como los de Roberto. Poco después llegan los Hnos. Oses, contentos sin despeinarse, tan tranquilos y pensando en el masaje y que han conseguido otra media maratón que se meten en el bolsillo, Fernando necesita ya una mochila no le entran en los bolsillos, un puñado lleva en sus piernas.
Nos toca masajes y fotos, muchas fotos para llevarnos de recuerdo. Fernando se da un masaje a 8 manos y Carlos se auto desnuda…….qué pensará hacer, jeje. Llamamos a atención en el polideportivo de la unidad de este grupo, las risas y el buen club que se ha formado. Somos la envidia en el polideportivo.
Ducha fría como no, y al restaurante a comernos Vitoria, buen restaurante con menú sidrería y Gargamen de camarero este ha salido de los Pitufos 2 para servirnos, que mas podemos pedir, Víctor no tiene idea buena. Que corra, si que corra, pero esta vez no nosotros sino la sidra. Carlos otra sidra.
Abandonamos la sidrería y con ello la maravillosa ciudad de Vitoria de regreso a nuestro hogar acompañados de niebla, mucha niebla pero con un bonito recuerdo de correr juntos, hacer deporte juntos y disfrutar de otro magnífico día de running.
Gracias Club.
JESUS SOLA HIDALGO