Ayer hubiese sido un buen día para dejar de correr.

Como todos los viajes que hago a Fraga, una de las cosas que reviso es ver las carreras que se disputan por la zona. Esta semana tocaban los 10km de Almacelles, una localidad cercana a Fraga.
Para las 7:30 me pongo en camino y en 10 minutos tenemos la primera sorpresa, control de alcoholemia. Por suerte el café no me dio positivo y pude seguir la ruta.
Una vez llegue, compruebo que la inscripción esta ok y a preparar la carrera. Hoy voy a estrenar uno de los modelos que trajo Carlos.

El día se presenta bastante caluroso, la carrera comienza a las 10h y para entonces el sol ya está funcionando a pleno rendimiento.
El planteamiento de la carrera es más tranquilo que las últimas pruebas disputadas, salgo los primero kilómetros a 4:40 y conforme van pasando lo kilómetros me encuentro mejor y empiezo a bajar los tiempos, acabando los últimos 3km por debajo de 4:15.
Llego a meta con un tiempo de 44:56 pero empiezo a notar que algo no va bien. Me tumbo en el suelo ya que apenas podía estar de pie y tras un rato sentado veo que la cosa no mejora y pido que venga la ambulancia.
No paro de sudar y la manos las tengo bloqueadas, tras un rato en la ambulancia y ver que la tensión está muy baja me trasladan al centro de salud donde me realizan varias pruebas y empiezan a ver que todo vuelve a la normalidad.
Ha podido deberse a un golpe de calor o falta de hidratación…. El caso es que durante la prueba bebí bastante líquido ya que el día era muy caluroso, pero no debió ser suficiente.
Así que mucho cuidado con estos calores que se aproximan, cualquier precaución es poca.

Susto para acabar una prueba que había ido muy bien.