
En el estudio, se asignaron cinco dietas diferentes a las familias, con mayor o menor presencia de proteínas y de alimentos que disparan el nivel de glucosa. Los resultados, que se publican en «New England Journal of Medicine», muestran que la mejor fórmula para adelgazar y mantenerse en el peso tanto para niños como adultos es una nutrición rica en proteínas y con bajo índice glucémico. Durante el estudio, el grupo de voluntarios que siguió esta dieta perdió una media de 11 kilos y no recuperó más de medio kilo.
La dieta tipo que responde a estas características tendría: carne baja en grasa (pollo, ternera, pescado…), huevos, lácteos desnatados, legumbres, nueces y almendras. Algunas frutas (manzanas, peras, naranjas, arándanos y fresas) se podrían consumir hasta el infinito, sin miedo a engordar. Otras, se aconsejan con moderación porque disparan la glucosa, como por ejemplo: plátanos, uvas, piña, kiwi y melón. Las verduras y hortalizas estarían todas permitidas, salvo el maíz , la remolacha y la zanahoria, estas últimas siempre crudas.