Después de varios meses dudando en participar en alguna carrera, me lleno de ilusión y decido participar en una corta y de sencilla apariencia. Una carrera organizada por la Peña Muthiko de Pamplona. Algo lejos de casa para tan poca distancia, pero… ¿Por qué no? Madrugo bastante para salir de casa con tiempo por si ocurriera algún imprevisto, típico de los de última hora. El tiempo iba a ser lluvioso según cadenas de televisión y aplicaciones móviles. Sin dejar de mirar al cielo, pidiendo tregua para la carrera, lanzo al maletero todos mis bártulos. Al salir de Azagra veo a Pablo y a Patxi entrenando por el polígono. Pienso que pronto participaré con ellos en alguna otra carrera de las tantas que quedan antes de que termine la temporada. Aviso a algún familiar de los que tengo por Pamplona, para que me acompañen y me hagan sentirme arropada en mi camino hacia el evento. Hacia las 11:30, con el dorsal ya colocado, me encuentro con multitud de corredores y ninguna cara conocida. Con un puñado de nervios, comienzo a calentar mientras espero a Gonzalo, un runnerabeja que me acompañaría en esta mini-aventura. Pero no íbamos a ser las únicas abejas, pues nos encontramos a Roberto en la salida y nos da ánimos, un veterano de muchas carreras de Pamplona. Va a comenzar la carrera, la organización llama a los corredores hacia la salida. Roberto se busca un hueco entre los primeros, ya que va a mejorar su tiempo. Gonza y yo nos colocamos más apartados, dejando preferencia a los corredores y corredoras que comentaban darlo todo en esta corta y rápida carrera. Comienza la carrera, Gonza lleva el ritmo. Charlamos un poco de sus actividades por Pamplona, de sus preparativos para triatlones, de otras carreras de Pamplona, … En general, del deporte. Algunos corredores empiezan a adelantarnos, pero enseguida nos sale la vena competitiva. Comenzamos a marcar más ritmo, pero intentando ir cómodos, hasta que Gonza avisa que vamos a 4:25 y que enseguida llegaría una larga subida. Moderamos el ritmo y sin casi darnos cuenta, ya estamos en un par de calles antes de la meta. En estas carreras tan cortas, no le da tiempo a uno a asimilar que ya casi acaba el reto. Cruzamos la meta agarrados, sonrientes y orgullosos de haber paseado la camiseta del club por las calles de Pamplona. Nuestra marca, 21:30. Nos asombramos. Nos juntamos con Roberto y nos comenta su experiencia. Un tiempazo!! 18:20. Le ha parecido intensa con muchas subidas y bajadas. Sufriendo en el último tramo del portal de Francia y la subida de la Estafeta. Entra por meta con las dos primeras chicas finalistas. Magnífica liebre para ellas. Gran organización de la peña, con premios para los ganadores, sorteos para los participantes y un gran lunch para todos. El año que viene sin duda que volveremos.