¿Te cuesta la cuesta? Allá van pequeños consejos para rendir mejor cuando hay que subir.
Cuando las cosas se ponen cuesta arriba, si no adaptas tu técnica no vas a ser tan eficiente. Cambia el chip y escala sin complejos. Lo primero es mantener un ritmo constante,que puedes llevar durante toda la subida,así que dosifícate. Si la pendiente aumenta y es necesario,no dudes en colocar las manos sobre las piernas, por encima de las rodillas y presionar con cada zancada hasta que la inclinación arriba disminuya.
Cabeza: lleva el cuello relajado y la cabeza alta,no caigas en el error de bajarla porque redundará en una peor posición del pecho y respirarás con más esfuerzo.
Ojos: dirige la mirada unos 5-6 metros por delante.
Manos: mantenlas sueltas,semicerradas,ni cerradas con fuerza ni abiertas del todo.
Brazos: muévelos para superar la subida,pero no te pases de oscilación .Lleva los codos a 90º y piensa en llevarlos por delante del torso.
Torso: inclínate hacia la subida ligeramente,esto colocará tu pelvis en la mejor posición para propulsar las piernas y mantener tu velocidad.
Piernas: lleva las piernas atrás y arriba de la cuesta con tus zancadas ,más que «hacia dentro» de la misma.
Pies: si la subida es fuerte, apóyate sólo con el antepié y los dedos. El efecto de frenado que supondría el apoyo de talón no compensa y te resta velocidad.